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La lateralidad

La lateralidad es algo que todos poseemos y que en muchos casos ignoramos o no conocemos, esta es muy importante en la etapa infantil por d...

viernes, 7 de junio de 2019

¿Cómo podemos ayudar a los niños a desarrollar lateralidad?

Las actividades que contribuyen al desarrollo de una mano preferida son aquellas que estimulan y ayudan a madurar las vías cerebrales en ambos lados del cerebro. Es importante destacar que muchas de estas actividades deben centrarse más en los movimientos y acciones de todo el cuerpo en lugar de solo en las manos.
El movimiento que implica girar, rodar, caer, balancearse y bailar estimula los órganos de equilibrio en el cerebro. Estos juegan un papel importante al decirle al cerebro dónde está el cuerpo en el espacio y qué movimientos son necesarios para la postura, la respuesta a los estímulos y la acción.
Asimismo, los niños necesitan un buen equilibrio y una coordinación adecuada para una maduración cerebral saludable y el desarrollo de la destreza. Ten cuidado de no excederte con este tipo de actividades. Los niños varían mucho en el logro de habilidades específicas, por lo que debes respetar sus capacidades y reacciones.

Mecanismos de la lateralidad



Como señalamos en el apartado anterior, la lateralización es la última etapa evolutiva filogenética y ontogenética del cerebro en sentido absoluto.

    El cerebro se desarrolla de manera asimétrica y tal asimetría hemisférica no se reduce sólo a la corteza, sino también a las estructuras que se encuentran por debajo de ella (a diferencia de los animales). Por ejemplo, en la memoria, el hipocampo parece tener un papel diferenciado: la parte derecha está preparada para las funciones propias de la memoria a corto plazo, mientras que la parte izquierda lo está para las funciones propias de la memoria a largo plazo. Hipocampo y tálamo, además, intervienen en el lenguaje. El nervio estriado y el hipotálamo regulan en modo diverso el funcionamiento hormonal endocrino, influyendo también en la emotividad. Igualmente, existen equivalencias derecha -izquierda también a nivel sensorial, a nivel de receptores sensoriales (nivel perceptivo).

    También la actividad cognitiva se encuentra diferenciada: el hemisferio menor utilizada procesos estrechamente ligados a la espacialidad y por tanto los primeros aprendizajes deben producirse, forzosamente, a través de la acción. Los siguientes aprendizajes pasan, sin embargo, a través de la verbalización y por tanto presuponen el uso del hemisferio dominante. Es lo que ocurre en la escuela donde los contenidos se transmiten mediante la verbalización y por tanto a través del hemisferio dominante, sin que haya habido posibilidad de provocar la integración s nivel subcortical.

    Si pensamos en los niños de Educación Infantil, nos damos inmediatamente cuenta de que algunos están habituados a utilizar el lenguaje verbal y consiguientemente el hemisferio dominante en el aprendizaje como estructura mental, aspecto éste derivado de la educación familiar; otros niños, sin embargo, utilizan un proceso de aprendizaje en términos de espacialidad utilizando el hemisferio menor. La lógica del hemisferio menor respecto otro es diferente, por lo que decimos que estos niños se caracterizan por una inteligencia práctica y, si en la escuela se parte de un plano verbal, corren el riesgo de no poder integrarse.

¿Cómo se desarrolla la lateralidad en los niños?


La lateralidad se consolida en la etapa escolar. Entre los 2 y los 5 años, los niños utilizan las manos para jugar y hacer muchas otras cosas. Por ende, una vez que llegan a la edad escolar, ya deberían haber alcanzado su lateralidad.
Lo cierto es que los hemisferios —izquierdo y derecho— del cerebro controlan la acción motriz en los lados opuestos del cuerpo. Sin embargo, estas mitades no son iguales en su control de los diferentes tipos de comportamientos; esto resulta en un sesgo de una mano sobre la otra para ciertas tareas.
Este dominio de un hemisferio sobre el otro para ciertos comportamientos se llama lateralidad cerebral. Existen razones claras para la evolución de esta característica.
En primer lugar, tener un hemisferio que tome el control de un proceso reduce la posibilidad de que ambos hemisferios compitan para controlar una respuesta. También permite que diferentes procesos como el lenguaje y la atención puedan operar en paralelo a través de los dos hemisferios.
A medida que comienzan a desarrollar sus habilidades motoras, los niños pueden usar las manos izquierda y derecha por igual para acciones simples, como alcanzar objetos. Esto se debe a que ambas manos pueden realizar la tarea con facilidad.
Sin embargo, para la mayoría de los infantes, las tareas más complejas requieren las propiedades de procesamiento especializadas del hemisferio izquierdo del cerebro.
«El dominio de un hemisferio sobre el otro para ciertos comportamientos se llama lateralidad cerebral»

Recuperado de: https://eresmama.com/desarrolla-lateralidad-en-los-ninos/

Concepto


La lateralización es la última etapa evolutiva filogenética del cerebro en sentido absoluto.

La lateralidad corporal es la preferencia en razón del uso más frecuente y efectivo de una mitad lateral del cuerpo frente a la otra. Inevitablemente hemos de referirnos al eje corporal longitudinal que divide el cuerpo en dos mitades idénticas, en virtud de las cuales distinguimos dos lados derecho e izquierdo y los miembros repetidos se distinguen por razón del lado del eje en el que se encuentran (brazo, pierna, mano, pie... derecho o izquierdo). Igualmente, el cerebro queda dividido por ese eje en dos mitades o hemisferios que dada su diversificación de funciones (lateralización) imponen un funcionamiento lateralmente diferenciado.

Es la lateralidad cerebral la que ocasiona la lateralidad corporal. Es decir, porque existe una especialización de hemisferios, y dado que cada uno rige a nivel motor el hemisferio contra -lateral, es por lo que existe una especialización mayor o más precisa para algunas acciones de una parte del cuerpo sobre la otra. Pero, aunque en líneas generales esto es así, no podemos despreciar el papel de los aprendizajes y la influencia ambiental en el proceso de lateralización que constituirá la lateralidad corporal.

Efectivamente, la lateralización es un proceso dinámico que independientemente tiende a ponernos en relación con el ambiente; sería pues, una transformación o evolución de la lateralidad.

La lateralidad corporal permite la organización de las referencias espaciales, orientando al propio cuerpo en el espacio y a los objetos con respecto al propio cuerpo. Facilita por tanto los procesos de integración perceptiva y la construcción del esquema corporal.

La lateralidad se va desarrollando siguiendo un proceso que pasa por tres fases:
  1. Fase de identificación, de diferenciación clara (0-2 años)
  2. Fase de alternancia, de definición por contraste de rendimientos (2-4 años).
  3. Fase de automatización, de preferencia instrumental (4-7 años).
En la educación infantil se debe estimular la actividad sobre ambas partes del cuerpo y sobre las dos manos, de manera que el niño o la niña tenga suficientes datos para elaborar su propia síntesis y efectuar la elección de la mano preferente.

La lateralidad


La lateralidad es algo que todos poseemos y que en muchos casos ignoramos o no conocemos, esta es muy importante en la etapa infantil por diversos factores que serán conocidos a continuación desde su concepto hasta su importancia.

¡Conozcamos la lateralidad!